Sinopsis:
James Cagney logra una de las composiciones más ricas, más divertidas y
con más ritmo de toda su carrera en esta comedia de Billy Wilder que
logró “caldear” la atmósfera de los años de la guerra fría con sus
oleadas de carcajadas. C.R. McNamara (Cagney), un alto directivo
destinado en Berlín Occidental, recibe el encargo de cuidar de la hija
de su jefe durante una de sus visitas. Cuando MacNamara se entera de que
la hijita del alma se ha ecapado y ha contraído matrimonio con un
exaltado joven comunista, y de que su jefe estará de vuelta en la ciudad
en tan solo veinticuatro horas, no le queda más remedio que transformar
al reacio revolucionario en un yerno digno; de lo contrario, ya puede
despedirse de su ascenso. Pero en menos de lo que se tarda en decir
“uno, dos, tres”, sus planes se le escapan de las manos y provocan un
incidente internacional capaz de enfadar a los rusos, a los alemanes y,
lo que es peor a su propia esposa (Arlene Francis), que ya está con la
mosca detrás de la oreja.
Crítica:
es magnifico ver como Wilder disfraza cualquier tema para convertirlo en
comedia, del mismo modo que disfrazaba a su ayudante. Desternillante y
como siempre con miles de puntillitas que te dejan con la mueca diciendo
que cabroncete. Solo añadir lo genialerrimo que esta James Cagney en su
papel de directivo de cocacola en Berlin tras las ii guerra mundial
Nota: 7.4/10
¿Pepsi? ¿Coca cola? Quizás la mejor película que has comentado en tu blog hasta ahora. Muy grande y divertida.
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